Elanio azul

En un recorrido por Los Pedroches, el Guadiato o el Valle del Guadalquivir es fácil observar un punto suspendido en cielo; un batido de alas muy rápido que posibilita al animal en cuestión cernirse en el aire tomando posición en una privilegiada atalaya imaginaria desde la que podrá descubrir con mayor facilidad a sus presas. Con un poco de suerte y siempre con la ayuda de unos prismáticos tal vez descubramos un curioso animal; un pájaro del color del cielo, con las puntas de las alas negras, algo mayor que los familiares cernícalos. Es el elanio azul o común, una rapaz cada vez más habitual por nuestras latitudes.


 Aunque es un habitante propio del continente africano, los elanios poco a poco van colonizando nuestro país, tomando posesión de dehesas y espacios agrícolas, preferentemente con arbolado en el que encaramarse a una rama y otear, y por su puesto ubicar su nido.

Es una de esas rapaces típicamente aliadas del agricultor, con una dieta a base de ratones, topillos, musarañas y algunos pájaros. Para cazar suelen utilizar postes de luz o teléfonos, siempre en contacto con los espacios abiertos, cultivados o no. Ahí no es difícil observarlos de cerca donde descubrirás un llamativo ojo de color rojo que probablemente no olvides jamás.

Disfrútalo.

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