Gaviota tridáctila

Me sale escribir lo de "al mal tiempo, buena cara", pero sería indecente. Si no llueve ahora no sé cuándo lo hará. Ya tendremos sol y calor para aburrirnos y amargarnos la existencia, así que disfrutemos del húmedo momento.

Con la lluvia, el viento, y con el viento, pájaros de los "adentros del mar", de ese sitio privado para muchas personas que, como yo, ya se han montado en todos los barcos que hay que montarse. No se pueden desperdiciar ocasiones como ésta para acercarse a la orillita a la espera de aves marinas que empujadas y/o exahustas, tengan a bien acercarse a tierra firme para un pequeño desahogo.

Y allí estaba yo, esperando, en el Odiel. Eso sí, con la ventaja de los chivatazos wasaperianos que la tarde de antes alertaban de un grupo de gaviotas tridáctilas posadas en la playa de Mazagón.

Y las disfruté a placer.